Bienvenido - Welcome - Boas-vindas - Benvenuto - Bienvenue

Ser FELIZ no significa que todo sea perfecto, a veces la MEJOR opción es la que duele; debemos sentir la ausencia para valorar la presencia. No busques el momento perfecto, sólo busca el momento y HAZLO PERFECTO. Hay días grises, pero a la final SIEMPRE saldrá el sol. Recuerda... sólo vuelve lo que realmente VALE LA PENA, lo que no, simplemente se aleja. EXÍGETE mucho a ti mismo y espera poco de los demás.

23 oct 2012

Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel. Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo... No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo. 

Aprenderás que con la misma severidad conque juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado. 

Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles. 

Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.

Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho mas lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía mas.

Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla!!!

William Shakespeare

11 oct 2012

No tiene sentido, estoy cansada, he dado todo de mi, siento que es el momento de rendirme pero al mismo tiempo no lo deseo. En momentos como estos,  solo queda recostar mi cabeza sobre la almohada y cerrar mis ojos para aislarme del mundo por unos segundos. Siento mucho sobre mis hombros no se cuando mas pueda soportarlo...

8 oct 2012

TEMORES


Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo.
Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso cuando no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta que de todos modos opinan.
Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mi mismo.
Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, has
ta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el comienzo.
Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado, hasta que comprendí que es sólo mi proyección mental y ya no puede herirme más.
Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.
Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.

Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas vida y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más.

Hay que vivir ligero porque el tiempo de morir está fijado.

Ernest Hemingway

9 may 2012

Por favor...


Abrázame, no me sueltes y déjame soñar que estando a tu lado cualquier cosa es posible..

Abrázame, no me sueltes y déjame sentir que tu calor es lo único en este mucho capaz de mantenerme viva...

Abrázame, no me sueltes y déjame mirar todo a mi alrededor de colores vivos e inexistentes...

Abrázame, no me sueltes y déjame fundirme en uno solo, convertirnos en un ser perfecto...

Abrázame, no me sueltes y déjame respirar de tu aliento el amor que emanan tus palabras...

Abrázame, no me sueltes y déjame decirte que te amo mil veces hasta que me acabe la voz...
Abrázame y por favor, jamás me sueltes...




Les sobrevenían... hinchazones junto a los oídos a muchos, en un sólo lado o en ambos, a la mayoría sin fiebre y sin verse obligados a guardar cama; pero hay quienes también tenían un ligero calor febril. Se extinguieron en todos sin causar daño y en ningún caso supuraron como las que se originan por otros motivos. Y su carácter era: flácidas, grandes, difusas, sin inflamación, indoloras; en todos desaparecieron sin señal. Se producían éstas en adolescentes, en jóvenes, en los que están en flor de la edad, y de éstos especialmente los que frecuentan la palestra y los gimnasios. Pero en mujeres, en pocas se producían. Y toses secas en muchos, que tosían y no expectoraban nada; voces roncas. No mucho después, pero en algunos incluso después de un tiempo, inflamaciones con dolor en los testículos en un sólo lado, y en algunos, en ambos. Fiebres a unos, pero a otros no (Epidemias, I, 1)

Hipócrates

"Morbo sacro"

"El hombre  no responde, está con los con los brazos y las piernas rígidas y luego moviéndolos, la cabeza se tuerce, ya sea doblada hacia el  esternón o hacia atrás,  hay riesgo de cortar la lengua,  los ojos se vuelven hacia arriba y si no están cerrados, se quedan en blanco, el enrojecimiento  inicial de la cara  se sustituye por palidez, los vasos sanguíneos del cuello  se dilatan, se acelera el pulso en el inicio, hay pérdida de orina y las heces o en algunos los hombres, mientras que la espuma sale de la boca".


Hipócrates

28 mar 2012

Miedo


Tengo miedo de sufrir otra vez...
de perder algo que tal vez nunca me
pertenezcas completamente, de necesitar
su presencia.

Debo disfrutar el ahora? 

Es inevitable no pensar en el dolor, cuando
en varias ocasiones se ha vuelto tan cotidiano, 
que olvidas sonreír y la felicidad se vuelve
una utopía.

No sé qué hacer, que pensar...

Debería entregarme por completo?

Me siento como una montaña rusa, 
que sube,
que baja,
que ríe, que calla...

Me dejo llevar por lo que los días
me quieran mostrar.


Medicina - Parte 4

En varios momentos de mi vida, he tenido, más que nada, crisis existenciales.
Desde pequeña buscaba destacarme, sobresalir, y con ello, enorgullecer a mis padres. Lloraba cuando creía que los había defraudado, pero era sólo eso, una CREENCIA, nada real.

Desconfié (aún lo hago) de mis capacidades. Me lleno de miedo y de mucha inseguridad, hasta creo que siento auto-conmiseración... Además de que me da mucha rabia subestimarme.

Ahora que estudio medicina, me doy cuenta que sólo podrás perder un parcial, un semestre o inclusive retirarte de la universidad, cuando crees o te convences de tus pensamiento o actitudes negativas.

Pero mi problema radica en que a pesar de saber que tengo grandes virtudes, dudo de ellas todo el tiempo y eso me está carcomiendo. Me siento como un zombie o un ente flotante que no reacciona frente a nada, que solo deja que el tiempo pase y mientras esto sucede, se vuelve más insensible y frío.

10 ene 2012

Una noche de caza, por Alessandra Miranda



Camel era una chica sexy, de esas mujeres que seducen con un pestañeo. Tenía el pelo tan negro como el azabache y sus ojos, sus dulces ojos, eran de un tenue color carmesí. Le encantaba el rojo, su ropa de trabajo era toda de este color: su corpiño era de un tono escarlata, sus medias eran casi sanguinolentas; todo contrastaba con su blanca tez y labios encarnados.

Para aquellos días, su jornada de trabajo comenzaba a las nueve de la noche y terminaba cerca de las tres de la madrugada, en un sitio llamado Lupus Club en Queens. En aquel lugar era una diosa: sueño de muchos, realidad de pocos. Entre los clientes del sitio, se encontraba Anthony Wolfman, un ejecutivo de la gran manzana. Él visitaba frecuentemente el club, o más bien, a Camel; le fascinaba observarla, deleitarse con sus torneadas piernas y maravilloso derrier. Cuando estaba próximo a ella sentía, quizás, más desenfreno que un animal en celo. Nunca había estado con ella… hasta la madrugada del 30 de abril.

Esa noche, estaba regia, más cautivadora, y Wolfman, excitado, impaciente y ansioso. Había hablado con el encargado días antes para hacer la reservación de la chica, exactamente desde las once hasta la media noche, el costo que debía pagar era alto, pero para ella lo valía. Daría hasta su vida por un momento de éxtasis.

Cuando llegó la hora, Camel lo llamó con el dedo índice y él se levantó de un salto. Lo guió desde el hall de entrada hasta una pequeña habitación en el segundo piso. Todo parecía de ensueño: las paredes eran color crema, la cama tenía un cubre lecho rojo y en toda la estancia, en lugares estratégicos, velas de igual color.

Comenzaron intercambiando miradas, parecían enamorados; ella le regaló una sonrisa solidaria sintiéndose orgullosa de ser hembra, pero más que nada, de despertar en él tanto deseo. Empezó a quitarle la ropa descubriendo todo su cuerpo. Estaba perplejo y casi no podía percatarse de lo que ella le hacía. Poco después reaccionó y fue entonces cuando levantándola con fuerza la acostó en la cama. Sus manos la acariciaron toda y se fue sumiendo en sus deseos locos de poseerla por completo. Lentamente su cuerpo ardiente buscó el éxtasis de un clímax.

1791424873_3de6c12d11_o.jpgEra cerca de la media noche y Anthony comenzó a sentirse extraño: más acometedor, más resuelto a extraer de ella el último aliento. Media noche… Camel, comenzó a sentirse atrapada y sumergida en, lo que en otras ocasiones, fuera su juego. Sintiéndose él, el más vigoroso de su sexo, la tomó por el cuello y tal vez, inconscientemente, en medio de su delirio sexual, le robó, esta vez (su última) exhalación.

12:15 am. El lobo, cumplió su sueño, se apoderó del aroma a sudor y sexo de Camel, su caperuza, en una noche… de caza.