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Ser FELIZ no significa que todo sea perfecto, a veces la MEJOR opción es la que duele; debemos sentir la ausencia para valorar la presencia. No busques el momento perfecto, sólo busca el momento y HAZLO PERFECTO. Hay días grises, pero a la final SIEMPRE saldrá el sol. Recuerda... sólo vuelve lo que realmente VALE LA PENA, lo que no, simplemente se aleja. EXÍGETE mucho a ti mismo y espera poco de los demás.

26 abr 2011

La tribulación de cronos - Arturo Guerrero


Las grandes ciudades son las devoradoras del tiempo. Se alimentan de minutos las raudas avenidas a través de las cuales avanzan lentos los vehículos atascados. Engordan de segundos, se hastían de horas, y reposan sus hartazgos en las noches sin afanes, cuando nadie necesita de ellas.

Los días de las ciudades exprimen el tiempo de sus ciudadanos que cada vez hacen menos en más lapsos de aceleración. Hoy nadie alcanza a reverenciar una jornada porque las labores se acumulan para la siguiente, de modo que cada amanecer es una carga que lastra el sol nuevo.

Las gentes hablan a velocidad de bólido, si es que les queda un instante para atender a los semejantes que a su turno despachan sus asuntos antes de que las horas marquen la muerte de los resquicios útiles. La vida se ha convertido en una cinta atafagada sobre la que se destroza el compás de los corazones agitados.

Este siglo vino con espuelas para aguijar el trote y todos se desbocan en pos de un pan que luego de los esfuerzos resulta haber estado desde el comienzo en el mismo lugar de donde partieron los corredores. En sintonía con esta velocidad eléctrica, el ojo no es capaz de detenerse en imágenes que duren más de cinco segundos y la realidad parece estar hecha de fragmentos que tomados de uno en uno se desvanecen en el aire.

Antiguos bálsamos como la amistad, la conversación, la confidencia, la contemplación, la observación de las estrellas, pasaron a ser distracciones para viajes de vacaciones. Pero ocurre que cuando llegan estas vacaciones nadie recuerda cómo se vive sin afanes, de modo que el tedio es la moneda de venganza de la aceleración imperante.

Hoy no hay tiempo para nada, hoy todos corren, hoy se deja lo esencial para mañana porque es lo urgente aquello que recibe pleno curso. Mañana? mañana estaremos estragados. Mañana no sabremos qué se hace con el tiempo libre, puesto que nunca la libertad ha sido acompañante de este tiempo.

En la demente maratón que llega al mismo lugar de la partida, se resuelve esta modernidad que se ufana de tantos artefactos milagrosos: fibras que transportan en fracciones de segundo los mensajes de una humanidad sin contenido, músicas infinitas que se llevan colgadas de una tarjeta breve, todo el universo de los datos disponible para los miles de millones de desinformados que ignoran para qué sirven los datos.

1 comentarios:

Zero dijo...

En total nunca conocí este articulo, solo por que me lo han puesto en una tarea pero realmente me llamo la atención, como se describe tan selectiva mente todo esto que a diario sucede, de una manera única.